domingo, 29 de abril de 2012

De "El libro de los abrazos"... 


Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
- El mundo es eso –reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se pude mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

                                                                                                                                                                                       Eduardo Galeano 

domingo, 22 de abril de 2012

Las personas y las alas...


Sinceramente creo que algunas personas tienen alas...
Para mi tener alas es ser introspectivo, sensible, imaginativo, creativo, idealista, soñador, activo, luminoso, peculiar, flexible, utópico... Es tener un rico mundo interior en el alma que se escapa por los poros de la piel (a veces incluso en contra de la voluntad de la persona) y puede cambiar aquello que roza, suave, cálida y lentamente... Cuando sale ese mundo interior contagia luz, fantasía, magia cósmica, genera interrogantes, sonrisas, vuelcos en el corazón, chispas cerebrales, mariposas en el estómago... 
 
No todas las personas que tienen alas las despliegan y pocos hacen de ellas un modo de vida... Es más "fácil" dejarse llevar por la corriente y no destacar... Es difícil desplegar las alas delante de otros y mostrarse tal y como uno es, vulnerable, diferente... Así es que el momento en que una persona despliega sus alas delante de ti es un regalo muy especial... No lo olvides... Si eso ocurre eres rico...

En nuestra cultura no se enseña a tener alas o construirlas, se enseña a plegarlas, ignorarlas o cortarlas... Hay personas que no tienen alas pero cobijan; respetan, apoyan, sonríen ante las alas de los demás, admiran su color; algunas las entienden, otras no, pero las observan con ojos luminosos y desplegar las alas con a ellos es posible y agradable. Hay personas que no tienen alas y castran; ignoran, etiquetan, se burlan, critican, menosprecian, desconocen, se cierran y no quieren nada nuevo o distinto a su realidad... A veces es mejor no desplegar las alas delante de ellos, aunque si son muy cercanos corremos el peligro de que nuestras alas se acaben oxidando y hay que decidir...

Te propongo que mires dentro de ti... ¿Dirías que tienes alas?... Yo ahora mismo estoy volando, ¿las despliegas conmigo?... Ábrelas y vuela, te acompaño... ¡Me encanta!... Gracias... Vuela alto y no dejes que nadie te impida desplegarlas...
Al mirar dentro de ti, ¿has descubierto que no tienes alas?... ¿Las quieres?... Búscalas, constrúyelas o póntelas... Si uno quiere puede aprenderse a volar y esa sensación no se puede describir... Es la música del alma...

domingo, 1 de abril de 2012

Desconectar para conectar...


¿Qué nos pasa a las personas?...
Es verdad que los tiempos son muy difíciles pero creo que nunca antes hemos estado tan conectados (vía móvil, vía internet) y tan desconectados de la realidad REAL...
Las pantallas nos atrapan y nos hipnotizan y lo peor es que  ¡¡¡no nos damos cuenta de ello o no nos importa!!!...  ¿Qué nos pasa?... Los instantes se nos escapan entre los dedos...

Como propuesta este maravilloso vídeo tailandés "Desconectar para conectar": apaga la pantalla y conecta con el Universo, con las personas que te rodean, con los colores, olores, sonidos, sabores... Ahí es donde está realmente la vida... Abracémosla de verdad... Solo tenemos una y pasa lenta pero inexorablemente, minuto a minuto, segundo a segundo... Somos "ricos" y no nos damos cuenta... Solo cuando hasta eso lo perdemos...