domingo, 24 de febrero de 2013

Dosis de optimismo...

En la convulsa época que vivimos todo lo que ocurre a nuestro alrededor parece negativo. Además los medios se encargan de repartir a diestro y siniestro estafas, abusos, problemas y malas noticias y nos los repiten hasta la saciedad... Al final acabamos todos comentando solo “lo mal que están las cosas” y se nos oscurece la visión de la vida, hacemos lo negativo tan nuestro que nos pasamos los días revolcándonos en la cochiquera del malestar, llenos de miedo e incertidumbre, paralizados, angustiados, cerrados...
 
Evidentemente no es una buena época, algunos problemas realmente son terribles y hay que buscarles solución... Pero la solución no creo que sea cerrarnos a lo positivo, porque en mitad de este caos de malas noticias todos los días ocurre algo bueno, cosas significativas y pequeños gestos heroicos que los medios ignoran y nosotros también... Me refiero a sonrisas compartidas, instantes de complicidad inesperados, gestos de ayuda altruista, abrazos, besos y caricias, guiños de ánimo, ejemplos de lucha, momentos de conexión, siembras que dan fruto, puentes de palabras... Seguro que si empezamos a celebrar lo que tenemos estaremos más cerca de volver a mirar a nuestro alrededor con ojos limpios y muy probablemente estaremos más receptivos a encontramos algo de todo esto, porque estar está...
El otro día llegó a mi este vídeo musical de Macaco que creo resume esta idea magníficamente... En sí es una dosis de optimismo a raudales y verlo da unas ganas de abrazar fabulosas... Disfrutemos y reflexionemos... Ahí va...

domingo, 17 de febrero de 2013

En palabras de Ángela Becerra...

ESPERANSIA

Esperanza,
última espera...
La del alma.
 
Coge forma del olvido
y con el aire en las manos,
amasa futuros que no llegan,
extraviados
en relojes destiempados.
 
Esperanza,
la espera
de la desesperanza incierta.
Inunda, sobrepone, alcanza.
Rescata de las desilusiones
la gota
que resbala hacia el suelo,
en veloz vuelo...
A punto de astillarse.

Esperanza,
redonda,
como fruto maduro,
o como fruto verde,
esperando estaciones de vendimia.
 
Esperanza,
mosto agridulce
que embriaga, abraza, besa
y fecunda ansias
y suspiros viejos.
 
Esperanza,
recipiente profundo,
de proyectos de vida, contenidos,
de caricias
-manantial de manos y palabras-,
libros y silencios.
 
Esperanza,
de todas las esperas...
La espera
con más ansia.

sábado, 9 de febrero de 2013

Las nubes pasan...

Hay días nublados en los que un algo o la nada me desordenan el horizonte, entonces se aletarga mi ilusión y me siento anclada a este caparazón sin atisbo de cambio o movimiento. Esos días el camino es frío y oscuro y no sé si quiero recorrerlo... Dudo de todo... Estoy cansada... Las hojas caen a mi alrededor, el viento arrecia mi alma errante y las flores se mustian... Me siento confusa y perdida...

Vértigo... Eso es el vértigo vital... El estómago se comprime, las entrañas molestan, los hombros pesan, el vacío te llena y hay momentos en los que la sal inunda tus ojos...

Sin embargo otros días son luminosos, la energía me desborda y se me sale, entonces creo que puedo mover piezas y encajar sueños en ese horizonte que vuelve a ordenarse delante mío, claro, sereno y lleno de posibilidades... Esos días las hojas brotan verdes, la brisa es suave y viene perfumada y las flores fragantes bailan a su son...

Es bueno saber que existen esos días... Solo hay que esperarlos...