domingo, 29 de julio de 2012

Dejar fluir...

Otra vez es igual, el silencio reina.
La ciudad está dormida.
Otra vez me hablas con esa lejanía extraña
Y un infierno se desata.

Y si pudiera congelar el tiempo y volverme cenizas
Y deshacerme cuando sople el viento,
que nadie sabe donde habita.
Y si pudiéramos ser algo más que polvo y energía
La luz de dos estrellas extinguidas.

Pon la música tan fuerta que no pueda pensar.
Que nada quedará como estaba,
como si no hubiera un mañana que nos fuera a atrapar.
Hoy es el principio del final.

Yo te prometo que no voy a llorar... No...
Yo te prometo que no voy a llorar... No...

Y si pudiera congelar el tiempo y volverme cenizas
Y deshacerme cuando sople el viento,
que nadie sabe donde habita.
Y si pudiéramos ser algo más que polvo y energía
La luz de dos estrellas extinguidas.

Si no fueran nuestros sueños pesadillas.
Y todos los deseos utopías,
volvería en un acto total de rebeldía.
Y ahora que rodamos por el suelo,
voy sintiendo que volvemos al comienzo...


"Hoy es el principio del final"_Amaral.

domingo, 22 de julio de 2012

Un regalo antibloqueos...

Hace mucho tiempo, en el Tíbet había una ceremonia que se celebraba cada cien años, a la que los estudiantes budistas debían someterse para obtener la iluminación. Todos los estudiantes se ponían en fila con sus togas blancas. Los sacerdotes tibetanos, los lamas y el Dalai Lama formaban una fila delante de ellos. El Dalai Lama empezaba la ceremonia diciendo:

“Esta es la ceremonia de la habitación de los mil demonios. Es una ceremonia que conduce a la iluminación y solo se celebra una vez cada 100 años. Si decidís no someteros a ella ahora, tendréis que e3sperar otros 100 años. Para ayudaros a tomar esta decisión os diremos todo lo que implica la ceremonia.

Para entrar en la habitación de los mil demonios, sólo hay que abrir la puerta y meterse dentro. La habitación de los mil demonios no es muy grande. Una vez que hayáis entrado, la puerta se cerrará. No hay ningún pomo en la parte interior de la puerta. Para salir, tendréis que andar para llegar al otro lado de la habitación, encontrar la puerta que hay allí, abrir esa puerta (que no está cerrada con llave) y salir. Entonces recibiréis la iluminación.

Esta habitación se llama la habitación de los mil demonios porque hay mil demonios dentro. Estos demonios tienen la capacidad de adoptar la forma de vuestros peores miedos. En cuanto entréis en la habitación esos demonios os mostrarán vuestros peores miedos. Si os dan miedo las alturas, cuando entréis en la habitación os parecerá que estáis en la estrecha cornisa de un alto edificio. Si os dan miedo las arañas, estéis rodeados por las criaturas de ocho patas más terroríficas que podáis imaginar. Sean cual sean vuestros miedos, los demonios tomarán esas imágenes de vuestras mentes y parecerán convertirlas en realidad. De hecho, serán tan reales que os resultará muy difícil recordar que no lo son.

No podemos entrar para rescataros, esto forma parte de las normas. Si entráis en la habitación de los mil demonios, deberéis salir por vuestro propio pie. Algunas personas nunca salen. Entran en la habitación y se quedan paralizadas por el miedo. Se quedan atrapadas allí hasta que mueren. Si queréis correr el riesgo de entrar en la habitación, de acuerdo. Si no queréis y deseáis volver a vuestras casas, perfecto. No estáis obligados a entrar en la habitación. Podéis esperar a vuestra próxima reencarnación, volver dentro de cien años e intentarlo entonces.

Si queréis entrar en la habitación, podemos daros dos consejos:

El primero: en cuanto entréis en la habitación de los mil demonios, recordad que nada de lo que veáis será real. Todo será producto de vuestras mentes. No lo creáis: es una ilusión. Por supuesto, la mayor parte de las personas que han entrado en la habitación han sido incapaces de recordar esto. Es muy difícil tener presente esta idea.
El segundo consejo les ha sido más útil a las personas que han llegado al otro lado y han recibido la iluminación. Una vez que entréis en la habitación, da igual lo que veáis, lo que sintáis, lo que oigáis o lo que penséis: no dejéis de mover los pies. Si no dejáis de andar, al final llegaréis al otro lado, encontraréis la puerta y podréis salir.”

La habitación de los mil demonios”.
Citado en “Pequeños grandes cambios. Diez maneras sencillas de transformar tu vida”. Bill O’ Hanlon. Paid

domingo, 15 de julio de 2012

Amor con todas sus letras...

Yo soy Yo. Tú eres Tú.
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas.
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.



Tú eres Tú. Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos, será maravilloso. Si no, no puede remediarse.



Falto de amor a mí mismo, cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falto de amor a ti, cuando intento que seas como yo quiero, en vez de aceptarte como realmente eres.

Tú eres Tú y Yo soy Yo.


Fritz Perls

domingo, 8 de julio de 2012

La distancia...

En ocasiones la distancia es difícil de surcar...

A veces no conectamos con quien nos rodea y eso puede ser duro pero también tiene "fácil" solución: explora, muévete y algo nuevo surgirá... No desfallezcas... Está por venir seguro... Si buscas, claro...

Otro tipo de distancia es aquella que nosotros mismos nos ponemos con nuestras barreras personales, aquellas que nos hacen no salir de nuestra concha e impiden entrar a los demás... Aprendamos a deshacernos de nuestras corazas, seamos conscientes de lo que sentimos y compartámoslo con quienes son, o pueden llegar a ser, importantes en nuestra vida, regalemonos oportunidades, permitámoslo, de esta manera seguro que nos enriqueceremos...

Sin embargo hoy siento que hay una distancia que duele más, que a ratos es más difícil de llevar... Se trata de aquella en que la conexión existe pero los kilómetros separan y te privan de compartir tiempo, charlas, actividades y abrazos... Hay días en que la separación llega a doler, incluso a ahogar... Recuerdas momentos vividos y te preguntas si podrás repetirlos, si habrán nuevos ratos como aquellos... Entonces me obligo a recordar que "Lo que no te mata te hace más fuerte", hoy quiero pensar que con la distancia pasa lo mismo, que si las dos partes construyen puentes de unión, se sale evolucionado de todo ello...

domingo, 1 de julio de 2012

Pintemos...

Me gustan los colores; los busco, los exploro, los mezclo, los comparto... Creo que es maravilloso poder verlos, pero es aún mejor poder mirarlos y disfrutarlos como un don... Somos afortunados porque la vida está llena de color, solo hay que intentar no pasar de lado sin recrearte en ellos... Dan fuerza, luz, dosis de realidad de la buena y no la de la que pulula por nuestra mente, que a veces se equivoca...

No obstante es cierto que hay ocasiones en la vida en que es difícil ver los colores, incluso hay situaciones tan duras en las que podemos pasar épocas sin acordarnos de que existen los colores... Sin embargo el otro día alguien me regaló una frase que "soluciona" esos momentos... Me parece una frase preciosa y puede ser un mantra confortante para repetirnos con un susurro cálido y así acompañarnos en los momentos de dolor, es una frase que abraza si te dejas abrazar:  

"Cuando todo te parece gris, no olvides que el gris también es un color"...

¡¡¡Me encanta!!!, porque dentro del dolor ancla a la realidad "fuera" de nuestro dolor... Hoy quería compartirla con quien la quiera recibir... ¿Quien sabe lo que viene tras del gris?... Lo que sí sabemos es que del gris más oscuro podemos llegar a un gris marengo o incluso a un gris perla si buscamos un toque de luz y dejamos que las cosas fluyan...Además recuerda que el arco iris suele salir cuando el cielo está gris...