Sonrisas...

Te regalo una sonrisa
para que hagas con ella
lo que quieras.

Quizás no la veas
y la brisa se la lleve flotando
de mis labios...

Quizás no la quieras,
tus ojos reflejen tu rechazo,
y muera en mi boca...

Pero quizás, solo quizás,
esa sonrisa alcance todo su poder
y la recibas, y su chispa te ilumine,
aunque solo sea un instante...
Y quizás incluso te haga brillar por dentro
y acabes regalándome una sonrisa a mi...

Los detalles...

Por los detalles se nos escapa quienes y cómo somos...

Pienso que cada una de las personas de este planeta estamos hechos de pequeños y únicos detalles, y la mayoría de las veces si uno los cultiva pueden llegar a ser maravillosos y hasta mágicos...
Por los detalles deslumbramos las personas...

Los detalles dan mucha información de nosotros, verdaderamente creo que dicen mucho... He descubierto hace poco que hay gente que, a pesar de su fachada deslumbrante, no guardan luz dentro de ellas, eso no les permite cuidar los detalles y entre sus entresijos puede vislumbrarse la verdadera esencia que intentan ocultar, pero si uno está atento es muy fácil cazarlos... Huye de esta gente como de la peste, la mayoría de las veces no quieren ser rescatados y son tóxicos...

Hay personas que son tan sumamente detallistas y cuidan todo tan al máximo que su rigidez acaba asustando... Sin embargo los detalles en los que ponen tanto esmero no son suyos y no responden a su verdadera esencia, no se relajan, no disfrutan, juzgan y se juzgan... Estas personas necesitan ayuda, tienen que aprender a ver la luz de su interior, esa blanca y luminosa con la que todos venimos del Universo...

Otras personas, la mayoría creo, se dejan ser y sus detalles brillan con luz propia, se recrean en ellos, los cuidan y los cultivan, los alimentan y los comparten con los demás... Esa es la verdadera esencia del ser humano, ese es el tipo de detalles que hacen que nos quedemos atrapados en ellos, ese es el comienzo de algo... Si eres capaz de verlos, los detalles enganchan... A veces es un punto de vista diferente, un recuerdo o una llamada que sintoniza con tu alma, otras veces es un gesto o unas palabras, otras un accesorio de verdad luminoso... ¿Te fijas en los detalles?... ¿Sabes de qué te hablo?... La esencia de la vida y de los que nos rodean está en ellos... Explora a los que quieres, seguro que sus detalles son los que te atrapan...

¿Sabes cuales son tus detalles?... Mira dentro de ti, seguro que los tienes y son maravillosos... Si no los conoces te invito a que empieces la aventura de descubrirlos... Es sumamente gratificante... Elige tus detalles sabiamente, cultívalos de una manera genuina y compártelos con los demás... Si son verdaderos no te costará encontrarlos, ni hacerlos tuyos, ni regalarlos diariamente... Si son verdaderos iluminan...

Persiguiendo luciérnagas...

Me gusta perseguir luciérnagas, pequeños puntos de luz apenas visibles pero aún así vivos, brillantes y sorprendentes que revolotean a tu alrededor cuando todo está oscuro...

Me gusta perseguir luciérnagas que, divertidas e inquietas, nunca dejan de moverse si se les presta atención... Son como las ideas cuando cobran vida y revolotean en tu interior: iluminan, te hacen sonreír, aclaran el camino y te encauzan hacia tus metas, porque nada sucede que no haya sido un sueño...

Me encantan las luciérnagas porque están en nuestro planeta desde siempre pero casi son invisibles hasta que quieren; pasan desapercibidas y, de repente, deciden danzar en círculos o en espirales incansables que hipnotizan nuestra mirada y cambian nuestro foco... Entonces, si ocurre, por un instante se convierten en lo único importante... Me gustan las luciérnagas porque si las buscamos, son mucho más que insectos... Son guías, estrellas terrestres...

 

Búsca tus luciérnagas, búscalas dentro de ti...

El regalo de conectar...

Hoy quiero agradecer a la vida o al azar por nuestros lazos... Realmente no sé si son construidos o regalados por el Universo, quizás mitad y mitad... Sí, seguramente mitad y mitad...

Es curioso como a veces se nos regala la oportunidad de que una o varias personas lleguen a nuestra vida y algo cambie... De ahí que sea importante explorar cada instante con una mente sabia, abierta y flexible, siempre se acaba ganando más...
Y a veces ocurre el milagro, y te encuentras con alguien que es reflejo de ti en algún aspecto (aunque sea muy muy sutil) y solo ese azar hace que surja algo poderoso que se siente bien cuando se comparte con esa persona lo que sea (una charla, una conversación, una confidencia, un instante, una tarea...), o bien cuando notas que te escucha, te comprende y te aconseja de una manera distinta y hace que ese tiempo compartido (dure lo que dure) sea especial y cambie algo tu instante, tu día o tu vida... Es como una sensación cálida y luminosa que llega a sentirse en las entrañas, en el corazón, en la piel; es un fluir de palabras amigas que abrazan y reconfortan o ilusionan y activan o anclan y aclaran; es un poco a poco de confidencias compartidas recíprocas y emotivas que dejan entrever ese rinconcito de nuestra alma, ese que reservamos solo para mostrar a  las personas especiales...
Entonces uno puede tomar la decisión de fortalecer y avivar esa chispa regalada... Y a veces conseguimos que brille con fuerza, cuidada por ambas partes alentada y protegida... Entonces esas personas llegan a ser estrellas en nuestra vida, estrellas que ni la distancia ni el tiempo puede hacer menos luminosas, nos guian, nos protegen, nos alientan, nos activan, nos conmueven... Estar con esas personas nos sintoniza con el Universo y a ratos puede ser hasta mágico sin saber como... Otras veces esa chispa no prende, es solo fugaz y no se consolida, pero su recuerdo, si lo guardamos en el corazón, puede también confortarnos y hacer que esbocemos una sonrisa...

 

Me encantan las chispas, el misterio de los hilos invisibles que nos conectan y dan aliento a nuestra alma... Me encanta la posibilidad de ser chispa y estrella... Me encantan las estrellas que iluminan... Mis estrellas... Gracias, mil gracias...