
Venimos
al mundo sin nada, nos vamos sin nada, nada nos pertenece, realmente
no tenemos nada, solo tenemos la ilusión de "tener"... Y
esto muchas veces nos lleva a almacenar sin necesidad, a competir, a
guardar y a estar siempre insatisfechos... Sin embargo si cada día,
si de cada cosa que hacemos no esperamos nada, realmente lo que
conseguimos es liberarnos de ese ansia de poseer y de superar que
hace que nos olvidemos de lo verdaderamente importante, de lo que
hemos venido a hacer aquí: vivir...
No
tenemos nada, esta es la realidad... Y por eso mismo todo es un
regalo: cada día, cada rayo del sol, cada nube, cada árbol, cada
olor, cada gota de agua, cada saludo, cada sonrisa, cada gesto de
aprecio, cada mensaje, cada palabra, cada conversación... Todo son
regalos que nos ofrece el Universo para que los saboreemos o que nos
regalan los demás porque significamos algo para ellos, porque nos
piensan y nos sienten como importantes... ¡Que bonita idea!!: "No
esperes nada porque todo es un regalo, simplemente intenta disfrutar"...
Si conseguimos actuar como si no esperáramos nada, más recogeremos
porque lo que llegue será inesperado... ¿Lo intentamos?...
Me uno a esta propuesta, me parece magnífica. ¡Fenomenal reflexión! ¡Saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias, apliquémoslo a nuestra vida!! Gracias a ti!!
ResponderEliminar