domingo, 22 de enero de 2012

El bambú japonés y el ciclo de la vida...

No hay que ser un experto agricultor para saber que para recoger hay que sembrar y para ello se requiere una buena semilla, buen abono, riego constante y paciencia calmada.... También es obvio que quien cultiva la tierra no se impacienta y desespera frente a la semilla sembrada pidiendo a gritos: ¡Crece, por favor!... 

Sin embargo, hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla pacientemente cada día y durante los primeros meses no sucede nada apreciable, nada en absoluto... En realidad, no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, hasta tal punto que, un inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles y desistiría.... Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡mas de 30 metros!... ¿Tarda sólo seis semanas en crecer?... Noooo, la verdad es que se toma siete años y seis semanas para desarrollarse... Resulta que durante los primeros siete años de aparente inactividad, el bambú está generando un complejo sistema de raíces que le permitirán sostener el rápido crecimiento, que tendrá después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas y triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo... Y sin embargo nos encontramos muchas ocasiones frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo, y esto puede ser extremadamente frustrante... En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés y aceptar que en tanto no bajemos los brazos ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo, dentro nuestro… Estamos creciendo, madurando... 

Así pues si no te das por vencido irás gradualmente y poco a poco creando los hábitos y la actitud que te permitirá construir y poder mantener la vida que quieres cuando el Universo ponga a tu alcance pequeños instantes de cambio... Así que si en este momento no consigues lo que anhelas, no desesperes... Quizás sólo estás echando raíces... Persiste, persevera, siembra y recogerás...

2 comentarios:

  1. que gran verdad no dejes de escribir cosas tan bonitas como estas aunque no te lo creas a mi me ayudan kela

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